vacío
por Josón
“He de acabar con mi vida –meditaba–, nada me dice que no debo hacerlo, nada me dice que sí; es la vida la que habla, es la vida la que calla, y dicta con su silencio, su sentencia final: la muerte es su destino, la muerte es, pues, mi destino”.
Sobrecogido por el frío, horrorizado por el espanto de la altura, saltó dejando atrás decenas de pisos, y cuando un instante le separaba de la muerte, conoció que acababa de mudarse de una vida vacía al vacío en sí.
1
2